A mí me pasa continuamente, es montarme en un avión y tomarme dos gin-tonic para que el sentido de la orientación se me vaya a las chimbambas.
Estuvo lista la señora con eso de que en los países extranjeros las ciudades se escriben distinto, lo sabría, como todo el mundo, porque London es Londres en extranjero. Digo yo.
Esto debe ser más común de lo que parece, el otro día le oí decir a un tenista por la tele, que perdió una vez un avión para jugar un torneo en Varsovia, porque lo único que veía en las pantallas de aeropuerto era Varsa y Varsa por todas partes.
Va a ser que cuando llegó a la agencia de viajes, -la señora del gin-tonic- con su lista de deseos por cumplir, el espabilado de turno le colocó un paquete de viaje a su conveniencia y la mandó al Caribe a tomar cubalibres.
La Granada caribeña |
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