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Cornejas 1 |
¿Porqué tienen fama de aves de
mal agüero los cuervos y similares? Pues hay explicaciones de todo tipo como
las siguientes:
Las supersticiones relacionadas
con el cuervo lo han considerado siempre como un pájaro de mal agüero. Se cree
que ver volar un cuervo o soñar con este pájaro es un mal presagio. Si se le
oye graznar es signo de una muerte próxima. Si el cuervo sobrevuela una casa
trae mala suerte a sus moradores. Si lo hace sobre un rebaño significa que uno
de los animales morirá pronto. Al parecer trae mala suerte llevar una pluma de
cuervo a una casa. Además se le considera un animal maligno por su empatía con
las brujas. Se cree que el cuervo dadas sus condiciones de ave de mal agüero,
no posee corazón o lo tiene de piedra. (Ambas circunstancias metafísicamente
imposibles, como todo el mundo sabe)
Antes de que comenzara la era Moderna aquellos
que no eran nobles o burgueses eran campesinos y vivían, por tanto, de lo que
les dieran sus tierras. Cuando un cuervo o una urraca sobrevolaba su terreno existían
muchas posibilidades de que acabaran con su cosecha – lo que podría llevarlos a
la ruina –, a no ser que ellos acabaran antes con estos pájaros carroñeros.
Que un pájaro negro vuele sobre
un recién nacido es mal agüero y el bebé morirá a los siete días del “mal de siete”. Para protegerlo, se pone
bajo su hamaca una jícara (vasija pequeña de loza) boca abajo, junto con un
zapato izquierdo y una tijera o cuchillo de metal. ¡Toma ya!
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Cornejas 2 |
La mitología también ha utilizado
a menudo la imagen del cuervo. Así, el vikingo Ragnar Lodbrok tenía una
bandera llamada “Reafan” con la imagen de un cuervo bordada; según la leyenda,
si la bandera ondeaba al viento, Lodbrok vencería, pero si permanecía
sin movimiento, la batalla estaba perdida. En la mitología nórdica, los cuervos Hugin y Munin (que representan “la reflexión” y
“la memoria”) se sentaban sobre los hombros del dios Odín y le informaban
de todo lo que veían y oían. Odín los enviaba volando en torno al
mundo cada día para enterarse de todo lo que pasaba.
En Suecia, los cuervos
representan a los fantasmas de las personas asesinadas y en Alemania representan
las almas de los condenados. En la mitología céltica irlandesa, los cuervos se
asocian a la guerra y a los campos de batalla bajo las representaciones de Badb
y la diosa Morrigan
(en forma de un cuervo)
Los germanos también tiene sus
leyendas sobre los cuervos, como aquella que cuenta como Federico Barbarroja es el personaje
de la leyenda del héroe dormido, que dice que no murió, sino que permanece
dormido con sus caballeros en una bodega en las montañas de Kyffhäuser
en Turingia,
en Alemania, y que cuando los cuervos dejen de volar en torno a la montaña, se
despertará y restablecerá Alemania a su antiguo esplendor. De acuerdo con la
historia sus ojos se cierran en su sueño, pero, de vez en cuando, levanta la
mano y envía a un joven criado a ver si los cuervos dejaron de volar.
En la mitología griega se cuenta que
Apolo
estaba tan enamorado de la
princesa Coronis hija de rey Flegias,
que confió a un cuervo blanco el cuidado de velar por ella. Un día que el
cuervo descuidó su vigilancia, Coronis se dejó seducir por un
mortal llamado Ischys. Cuando Apolo se enteró de ello, se puso tan
celoso que mató a la joven de un flechazo en pleno pecho. Cuando estaba a
punto de morir, Coronis le confió que
esperaba un niño de él. Salvado por Apolo, Asclepio fue
confiado al centauro Quirón, encargado de educarle. Como
castigo por su negligencia, Apolo vistió al cuervo con un oscuro
plumaje negro.
Los ingleses también tienen su
historia con cuervos, aunque esta tiene un “pero”. Dice así: Según la leyenda, Inglaterra no
sucumbirá a una invasión extranjera mientras haya cuervos en la Torre
de Londres; el Gobierno mantiene varios en cautividad, como seguro y
para dar gusto a los turistas. Esto está considerado como un antiguo mito,
pero los estudios recientes no han
encontrado ningún rastro de esta leyenda antes del siglo XIX y parece tratarse
de una invención romántica del tiempo victoriano, basada en el relato de Bran
le Béni. En efecto, la Torre de Londres conoció largos períodos sin
cuervos y se reintrodujeron éstos por última vez después de la Segunda Guerra
Mundial. Para más seguridad, a algunos de estos ilustres
moradores de la Torre de Londres les cortan las alas periódicamente para
garantizar que los cuervos no abandonarán el lugar. (Por si acaso)
Y como excepción a la regla
general del mal agüero de estas aves, los esquimales en el Artico consideran al cuervo como el antecesor original que trajo a los hombres la luz del día; creó la tierra,
las plantas, los animales y las personas, a las que les enseñó a encender el
fuego, a construir canoas y redes para pescar, así como también a utilizar las
pieles de los animales para fabricar sus vestimentas, entre otras muchas cosas.
Información recogida y adaptada de diversas fuentes.