Magistrados

Bisoñez jurídica extrema con despeñamiento
de las normas sobre competencia penal

Hace más de 30 años, el que suscribe tuvo como profesor de Derecho Civil en la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia, a un joven PN o PNN: Enrique Quiñonero Cervantes. Aunque la docencia no era su fuerte, sí era, sin embargo, extremadamente exigente con sus alumnos. Con el tiempo, este civilista realizó su Doctorado y ganó la Cátedra de Derecho Civil -no pongo en duda que con todo merecimiento y honores-, y más tiempo después recaló en el Tribunal Superior de Justicia de Murcia, a propuesta de la Asamblea Regional por su reputado prestigio, además de ejercer su cátedra, ahora en la Universidad Católica San Antonio de Murcia.

El caso es que ahí está, en la Sala de lo Civil y lo Penal del TSJ de Murcia impartiendo justicia y derrochando conocimientos en el ámbito civil y también en el penal. Y el caso es también, que alguien, un compañero de Sala, ha venido a ponerle los puntos sobre las íes a él y a su colega Pascual del Riquelme (Ese otro magistrado que han nombrado Presidente del Alto Tribunal Murciano saltándose los mil ciento sesenta puestos, que se encontraba por detrás de su competidora Pilar Alonso Saura en el escalafón)

Pues a ambos, el Magistrado Abadía los ha puesto como chupa de dómine, y aquella exigencia y rigidez de entonces se me han venido de golpe a la memoria al leer los epítetos, frases y comentarios que les dedica, y cómo de forma tan magistral, un Magistrado les manda de nuevo al colegio de Derecho, para superar la bisoñez jurídica extrema que evidencian y que deja a la Institución que representan a la altura del betún. 

¡Ale Enrique! ¡sin complejos! ponte a estudiar Derecho y no te despeñes. Tus alumnos se lo merecen.

P.D. 1. Si alguien quiere saber quién es el Magistrado Manuel Abadía que ha puesto las peras a cuarto a sus colegas de Sala, puede consultar la siguiente semblanza: Manuel Abadía. Juez

P.D. 2. Y si alguien con tiempo e interés suficiente quiere conocer el Auto completo con el voto particular de Manuel Abadía, pues aquí lo tiene también: Auto de 23 de marzo de 2015

La Contraparada

Puente

Salto de agua 1

Anade real

Salto de agua 2

Pareja de ocas

Salto de agua 3

Ocas

La Contraparada del río Segura es también conocida como Azud Mayor. Un azud (palabra de origen árabe que significa “barrera”) es una pequeña presa colocada en el cauce de un río, cuya finalidad es remansar el agua para poder controlarla y repartirla mejor.

De La Contraparada nacen las dos acequias mayores de Murcia: Aljufía (norte) y Alquibla o Barreras (sur). Estos dos canales se dividen en otros brazales, creando un complejo sistema de irrigación, que riegan toda la huerta.

Se encuentra ubicada en la localidad murciana de Javalí Nuevo. Su origen puede remontarse a la dominación musulmana (siglo X) y su finalidad no era otra que frenar la furia del Segura, aprovechando así mejor sus aguas para el regadío. Estaba claro que para consolidar la recién fundada ciudad de Murcia, había que “calmar” al Segura. De lo contrario la ciudad se vería arrasada por las violentas aguas en cada crecida.

En torno a su origen surge otra teoría: en este lugar hay documentado un yacimiento ibero-romano y autores islámicos de la época aseguran que en este sitio ya se encontraban grandes bloques de piedra a modo de presa. Tal vez sea posible que los romanos intentaran la fundación de una ciudad en la Vega del Segura.

De lo que no hay duda es que en La Contraparada se encuentra el origen de la fundación de Murcia. Se tiene constancia de que en el siglo XIII el dique se encontraba en la ruina a causa de las riadas. El rey Alfonso XI instó a que se reconstruyera. Según varios testimonios históricos, esta reconstrucción debió ser una obra muy costosa para la época.

El historiador Cascales en 1621 describe La Contraparada como “una grande pieza de piedra y cal, la mayor y más costosa que hay en España”. La riada de San Calixto en 1651, destruyó de nuevo la presa y el rey Felipe IV envió a Melchor de Luzón que proyectó y reconstruyó el azud. De este azud de Luzón, se conserva una parte conocida como “azud viejo”.

Otro momento importante en la historia para La Contraparada, acontece en la Guerra de Sucesión. Se trata de la conocida como Batalla del huerto de las bombas. El Cardenal Belluga, para defender la ciudad de Murcia, ordena levantar los tablachos de La Contraparada. De este modo quedó inundada la huerta y los invasores austrias no pudieron avanzar y tomar la ciudad.

La Contraparada es un complejo hidráulico, con casi 10 siglos de historia declarado en 2002 Bien de Interés Cultural y que sigue en funcionamiento.

Fuente: www.descubriendomurcia.com

A Ras de Tierra y Agua

Babosa

Renacuajos

Lagartija

Orugas de Macaón

Un caracol sin coraza, unos bocetos de rana, un lagarto canijo y dos futuras mariposas preparando su metamorfosis. Solo hay que fijarse un poco para verlos. 

Desbandada

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Una lagunilla al final de la Cañada del Julián, interrumpida su llegada al mar por la transitada carretera que une Garrucha con Villaricos (y un muro de urbanizaciones), y a tiro de piedra de Palomares (El pueblo aquél de la bomba que se les cayó a los americanos en la época de Fraga y que todavía guarda radiactividad en sus entrañas), resulta parada y fonda de multitud de aves en su ir y venir con las estaciones del año.

Huellas en la Nieve

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Grande o pequeño, pesado o ligero, cazador o presa, importante o insignificante, todos dejamos nuestra huella en el camino...