lunes, 31 de octubre de 2016

Desaire Casual

Mitinero 

Postinero

Vaya por delante que cuando conocí al personaje en sus primeras apariciones en la tele generalista, me resulto simpático. Su discurso, un tanto displicente en mangas de camisa y con un brazo acomodado sobre el respaldo del asiento, era diferente al habitual soliloquio al que la clase política nos tenía acostumbrados. Su tono de perdonavidas educado y nada faltón, con elaboradas respuestas para casi todo, resultaba, cuando menos, novedoso.

Cierto es que desconocía su trayectoria en cadenas locales o propias con programas como Territorio Comanche o La Tuerca, de los cuales luego he sabido su existencia. Vamos, que no me caía mal; fundamentalmente valoraba su corrección y educación en el trato con los oponentes. Lo que se dice un tipo dialogante.

¡Pero chico! El tiempo avanzó y el personaje fue creciendo y en la medida que salía de su laboratorio universitario y se acomodaba a la vida real, se fue dejando uno a uno aquellos rasgos que en un principio me interesaron de él, para pasar a cultivar los que ahora le adornan y que ya no solo no me interesan sino que me desagradan. Se muestra fundamentalmente autoritario, faltón y maleducado; ha entrado a formar parte del sistema que criticaba haciendo suyos los peores vicios del mismo; se comporta como un niño al que le quitan la pelota por jugar donde no debe, cuando no se sale con la suya; quiere estar en misa (la suya) y repicando; insulta y agrede verbalmente a diestro y siniestro -sobre todo a siniestro. Apuñala -en sentido figurado- a propios y ajenos, cuando a su interés conviene y sin despeinarse la coleta.

Y todo ello con ese "look casual" de Carrefour con el que nos desaira -humilla, en su acepción de la RAE- a todos los españoles cada vez que se sube a una tribuna. Y esto no sería así, si desconociera las mínimas normas de educación y protocolo que casi todos conocemos, y que él, como universitario que es, no ignora y omite a sabiendas, como cuando se enfundó el esmoquin para acudir a la Gala de los Goya. O, ¿iba disfrazado entonces? o, ¿se disfraza ahora por desairar?

Un apunte, en Carrefour venden corbatas y chaquetas, y creo que hasta trajes. Y todo esto, sin hablar de política.

2 comentarios:

  1. Pero mira que eres puntilloso... Pablito es joven y promete, no se sabe exactamente que es lo que promete, pero promete seguro...

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  2. No por puntilloso y acertado deja de ser interesante tu opinión, la cual y por cierto yo la hubiese firmado.

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