Manuel Horrillo Manzanares |
La vida está llena de historias nostálgicas,
divertidas, tristes, evocadoras, inverosímiles, repetidas… porque la vida es
eso, una serie de acontecimientos que se suceden, las más de las veces sin
orden ni concierto y las menos de manera previsible y ordenada. Y esa es la
gracia, nunca sabes qué te espera a la vuelta de la esquina por mucho que lo
hayas planeado. Es la vida.
Y en estas estamos cuando de una
charla con mi hermano Pablo, el Historiador, me entero del origen de la
archiconocida canción de la milicia, “Margarita”, y de la relevancia que
tuvo en el asunto el bueno de Manuel Horrillo Manzanares, hermano pequeño de mi
abuela paterna.
Con los datos que me proporciona y los
que yo atesoro en mi archivo, vengo en componer un pequeño retazo de nuestra
historia familiar que por avatares del destino, se coló en la Historia de España.
Hace ya unos años, mi señor padre,
echando mano de su prodigiosa memoria, sin ningún tipo de nota ni
entrenamiento, salvo sus largos años de abogado en ejercicio, exprimió sus
recuerdos desde la infancia para dar a luz un entretenido libro, que sin llegar
a memorias, retrata con su estupendo sentido del humor la época que le tocó
vivir, a él, y a sus familiares directos.
Un Falangista de Filas se llama el libro y con él comenzamos
esta historia, rescatando el párrafo dedicado al bueno de su tío Manolo:
“Manuel Horrillo Manzanares, el más
joven de los hermanos de mi madre, contaba solamente veinte años al iniciarse
la guerra. Estaba estudiando Derecho en Madrid, pero en el mes de Julio, como
todos los estudiantes, se encontraba de vacaciones, por lo que le sorprendió el
Alzamiento en Peñarroya. Cuando las tropas nacionales entraron en nuestra ciudad,
se incorporó a una Bandera de Falange, haciendo posteriormente el curso de
Alférez Provisional. Obtenida la estrella de Alférez, fue destinado a mandar
una Sección de Tiradores de Ifni, Cuerpo indígena procedente de dicho
territorio africano, y considerada como Tropas de Choque -lo que hoy se
llamarían Unidades de Elite- en las que permaneció toda la guerra, participando
en todos los frentes más duros: Teruel, batalla del Ebro, campaña de Cataluña,
etc., de todo lo cual resultó milagrosamente ileso y con numerosas condecoraciones”.
Hasta aquí lo que yo conocía de la
historia; a continuación reproduzco el relato tomado del blog: Cajón de
Sastre, del Comandante de Complemento, Francisco Ángel
Cañete Páez, en el que se cuenta la historia de la canción y la intervención del, a la
sazón capitán, Manuel Horrillo Manzanares:
“Se
cumplen, en este año 2013, sesenta y cinco años desde que la canción “Margarita”,
símbolo musical de la Milicia Universitaria (IPS) naciera bajo la lona de una
tienda de campaña del Campamento de la Instrucción Premilitar Superior “El
Robledo”, debida a la genial inspiración de un Caballero
Aspirante a Oficial de Complemento, de nombre Julio Salgado Alegre. Desde
entonces acá, la canción “Margarita” ha sido cantada por miles de jóvenes que
un día formamos en los distintos Campamentos de la Milicia Universitaria,
llegando a representar, sin ningún género de duda, el más claro exponente
musical del paso de los universitarios españoles por las filas del Ejército.
Estas líneas pretenden, en apretada síntesis, glosar la génesis de tan
histórica y afamada canción.
Corría
el año 1948. La Primavera estaba a punto de declinar y el verano, que ya se
disponía a tomar el relevo estacional, se dejaba intuir en extremo caluroso. El
día 20 de Junio de ese año, millares de jóvenes universitarios de toda
España se disponían a incorporarse a los distintos Campamentos de la
Milicia Universitaria, en su fase académica de Instrucción Premilitar Superior
(Unidades Especiales de Instrucción, en su denominación oficial), al objeto de
seguir los cursos correspondientes, y que una vez superados con éxito, habrían
de llevarles a convertirse en Oficiales de Complemento de nuestro Ejército de
Tierra. Componían su castrense uniforme, una amplia sahariana de color
gris-verdoso con amplios bolsillos y pantalones del mismo color y tejido
de los denominados “noruegos” en el argot de la Intendencia militar, con
botos negros de media caña como calzado, y el airoso gorrillo isabelino como
prenda de cabeza, con borla de flecos rojos para los Aspirantes de 1º y de
flecos amarillos o dorados para los de segundo, que por algo ya lucían en las
hombreras de la sahariana los afamados y honrosos galones de sargento. En el
lado derecho del pecho campeaban los cordones cadetiles: el inferior de color
gris, símbolo de la inteligencia, común para todos los alumnos, y el superior
con el color de su respectiva carrera o Facultad. Centrado sobre los
cordones de cadete figuraba el emblema universitario de la IPS.
Por
lo que respecta al Campamento de “EL Robledo” (Unidad Especial de la Primera
Zona de la I.P.S.), situado en las inmediaciones de La Granja de San
Ildefonso (Segovia), desde 1942 cuna y casa solariega de la Milicia
Universitaria, cuyas aulas tenían por límite los extensos pinares de Valsaín y
por techo el límpido azul del cielo segoviano, en ese año de 1948, la VII
Promoción de la Milicia Universitaria, integrada por Caballeros Aspirantes de
primer curso, se disponían a pasar tres meses (desde el 20 de junio al 15 de septiembre)
dedicados a la instrucción y al estudio de las distintas disciplinas militares
que les permitiesen a su final, el conseguir los galones de Sargento Eventual
de Complemento, primer e imprescindible paso, para el año siguiente, poder
optar a la anhelada estrellita dorada de seis puntas que, como es notorio, distingue
a los Alféreces de nuestro Ejército.
Encuadrado en la 5ª
Compañía del Tercer Batallón, se encontraba el Caballero Aspirante Julio
Salgado Alegre, que llegaría a hacerse famoso por ser el autor de la letra y
música de la canción “Margarita se llama mi amor”, mas conocida simplemente
por “Margarita”. Al mando de la 5ª Compañía del Tercer Batallón de
Infantería se encontraba, en el Campamento de “El Robledo”, en ese año de 1948,
el Capitán de Infantería (Escala Activa) Don Manuel Horrillo Manzanares, un
oficial respetuoso y afable, al decir de sus subordinados, pero extremadamente
rígido y celoso cumplidor de las Ordenanzas Militares. Nacido en 1916, procedía
el capitán Horrillo de aquellos heroicos Alféreces Provisionales de nuestra
Guerra Civil, y que tras transformarse en Oficial Profesional finalizada la
campaña, el 29 de Enero de 1943 había sido promovido al empleo de capitán y
destinado al Regimiento de Infantería Nº 73; que al recuperar con
fecha 1º de enero de 1944, los gloriosos Regimientos de nuestra Infantería sus
nombres tradicionales pasaría a denominarse “Regimiento de Infantería “ESPAÑA”
Nº 18”, de guarnición en BÉTERA (Valencia). Con el empleo de capitán nos lo
encontramos, cinco años más tarde, destinado como Profesor en la Primera Zona
de la Instrucción Premilitar Superior (Madrid) y destacado, como se ha dicho, en
el Campamento de “El Robledo”, en las proximidades de la Granja de San
Ildefonso (Segovia).
Letra de Margarita |
Deseaba
el Capitán Horrillo, que su Compañía marchase al compás de una canción alegre y
desenfadada, a ser posible inédita, y que con un marcado carácter juvenil
rompiese un poco el molde de las viejas y tópicas canciones de la Guerra Civil.
Llegados a este punto, cuenta Ricardo Fernández de la Torre (magnífico
historiador de la Música Militar Española) que en la Compañía de Horrillo
formaba un Aspirante, llamado Julio Salgado Alegre, que conciliaba
sus estudios de Derecho y Magisterio con una gran afición y vocación por la
Música; arte éste en el que ya había hecho sus primeros pinitos como
compositor. Horrillo lo mandó llamar, y una vez Salgado en su presencia, le
encargó que compusiera para la 5ª Compañía, la canción que tenía pensada. Una
canción alegre, informal e intrascendente. Con una melodía fácil y asequible, y
que pudiese cantarse tanto a pie firme como marchando. Aceptado el encargo por
Salgado, cabe suponer que desde ese mismo instante se puso a la tarea y
conciliando la instrucción con el estudio, pues los galones de sargento estaban
en juego, se dedicó de lleno a la creación de la letra y música de la canción
encargada por su capitán. Aprovecha Salgado, los pocos ratos libres que
tiene al día como Aspirante, y con sus compañeros de la “Tuna de Derecho”
ensaya a diario lo plasmado en su particular pentagrama, y aprovecha los
permisos de fin de semana (más algún otro corto permiso que debió darle su
capitán) para ensayar sobre un piano las notas musicales de la canción que
había de hacerle famoso. Fruto de este importante trabajo creativo, se tradujo
en que antes de que finalizara el curso (el 15 de Septiembre de 1948), pudo
decirle a su capitán: “ Sin novedad, mi capitán, aquí le traigo compuesta
y acabada la canción que me encargó”. Había nacido “Margarita”. Por
supuesto, que el Caballero Aspirante Julio Salgado Alegre , consiguió los
galones de sargento, siendo recibido al año siguiente (1949) ya como Aspirante a
Alférez, poco menos que como un héroe, entre los “Milicios” campamentales de
“Robledo”.
Sin
grabaciones fonográficas, sin promoción de ninguna clase, sólo por la simple
transmisión oral, “Margarita” se extendió, no sólo por los Campamentos de la
Milicia Universitaria (que cambiaban en el estribillo el nombre del
Campamento de “El Robledo”, por el suyo propio, como “Montejaque”,
“Castillejos”, “Los Rodeos”, “La Forestal” etc. ) sino también, por todas las
Facultades Universitarias de España. Es evidente, que al ser “Margarita” una
canción compuesta por y para “Caballeros Aspirantes Universitarios”, las tunas
de las distintas Facultades españolas la adoptaran como propia desde un
principio, y se encargaron de difundirla en todos los actos y conciertos a los
que concurrían. Así se explica la asombrosa difusión que tuvo, tras ser
compuesta en 1948, por Salgado. La primera versión discográfica la llevó a
efecto la “Tuna de Farmacia”, y ya en 1972, al publicar “FONOGÁN,SA”, su “Antología
de la Música Militar de España”, dirigida y producida por Ricardo Fernández de
la Torre, entre sus himnos y canciones, figuraba, como no podía ser menos,
“Margarita”. Registrada por primera vez en disco, con arreglo para banda y
coro, por el Comandante Director Músico Don Antonio Lozano Alfaro, Director de
la Música de la División Acorazada. A tal punto llegó la fama de “Margarita”,
que fue incluida en el argumento de cinco películas de nuestra cinematografía
nacional: “Facultad de Letras”, “Quince bajo la lona”, “Margarita se llama mi
amor”, “Del Rosa al Amarillo” y “Sex o no Sex”.
En
Junio de 1995, en el salón de actos de la Facultad de Medicina de Madrid, se
celebró un homenaje a Don Julio Salgado Alegre, autor de la letra y música de
la misma. Al acto asistieron, junto a su antiguo capitán, el ya coronel
retirado Don Manuel Horrillo Manzanares, una nutrida representación de antiguos
profesores y “milicios” de “El Robledo”, compañeros de Salgado en sus tiempos
de Aspirante. Al finalizar el acto, se cantó “Margarita”, cediendo la batuta a
Salgado el Director de la Música de la División Acorazada, para que la
dirigiera. Seis años mas tarde, el sábado 16 de Junio de 2001, tuvo lugar en el
Acuartelamiento de la Guardia Real en El Pardo, lo actos conmemorativos del “IX
Día Nacional de la Milicia Universitaria”, bajo la Presidencia del Excmo. Sr.
Almirante Jefe del Estado Mayor de la Defensa, y de nuevo, el Coronel Director
Músico Don Francisco Grau Vergara (hoy General de Brigada), tuvo la deferencia
de ceder la batuta a Don Julio Salgado para que dirigiera su célebre canción y
a sus acordes pasaran ante la Bandera los antiguos Oficiales y Suboficiales de
Complemento, procedentes de la Milicia Universitaria, asistentes al acto.
Y
ya como colofón, tan sólo resaltar que pocos meses antes de su fallecimiento, y
por Resolución del Ministerio de Defensa, de fecha 3 de Enero de 2003, con
motivo de las Condecoraciones que se otorgan para conmemorar la “Pascua
Militar”, le fue concedida a Don Julio Salgado Alegre, la Cruz del Mérito
Militar con distintivo blanco. Condecoración que pudo ostentar muy breve
espacio de tiempo, pues falleció el día 12 de Octubre de ese mismo
año 2003. Y a buen seguro, que al verle llegar por los espacios
celestes, sus antiguos compañeros de la Milicia Universitaria que le habían
precedido en el tránsito, formarían una guardia de honor para recibirle, y el
más caracterizado de entre ellos daría la entrada para el inicio de su
emblemática canción ¡A la de tres “Margarita”! Y allí en el
cielo, en los espacios infinitos de la celeste bóveda, sonaría de
nuevo con fuerza la emblemática canción universitaria, cuyas
primeras estrofas dicen:
“
Margarita se llama mi amor
Margarita
Rodríguez Garcés
Una
chica, chica, chica pum
Del
calibre ciento ochenta y tres”
Y
Julio Salgado -que de inmediato se habría puesto a dirigir el coro- al irlos
abrazando uno por uno, sonreiría complacido por tan grato y musical recibimiento.
Y para tus compañeros de aquí abajo, los que aún no hemos permutado esta
mansión pasajera y terrenal por la definitiva, te prometemos, amigo y compañero
Salgado, que vamos a seguir cantando tu canción en todos nuestros actos y
reuniones, en honor tuyo y como preciado legado que nos dejaste a tu marcha,
con el mismo entusiasmo y con el mismo calor emocional que cuando la cantábamos
formados en esos “Santuarios del Honor” que fueron los Campamentos de la
Milicia Universitaria de España.”
Y hasta aquí la historia de Margarita Rodríguez Garcés y su autor, Julio Salgado Alegre, con permiso de su capitán, Manuel Horrillo Manzanares.
Nota: La IPS (Instrucción Premilitar Superior) quedó extinguida en 1971, siendo sustituida por el IMEC (Instrucción Militar de la Escala de Complemento) hasta 1991, en que a su vez fue sustituido por el SEFOCUMA (Servicio de Formación de Cuadros de Mando), que fue liquidado en 1999 por la Ley de Régimen de Personal de las Fuerzas Armadas, y las Milicias Universitarias acabaron su carrera como tales.
Y hasta aquí la historia de Margarita Rodríguez Garcés y su autor, Julio Salgado Alegre, con permiso de su capitán, Manuel Horrillo Manzanares.
Nota: La IPS (Instrucción Premilitar Superior) quedó extinguida en 1971, siendo sustituida por el IMEC (Instrucción Militar de la Escala de Complemento) hasta 1991, en que a su vez fue sustituido por el SEFOCUMA (Servicio de Formación de Cuadros de Mando), que fue liquidado en 1999 por la Ley de Régimen de Personal de las Fuerzas Armadas, y las Milicias Universitarias acabaron su carrera como tales.