martes, 10 de enero de 2017

Espacio Sideral


Hola Magüi querida, ¡cómo pasa el tiempo! aunque me parece que fue ayer, ya hace casi un año que no te escribo. Las redes sociales avanzan que es una barbaridad, pero el rooming estelar sigue sin funcionar como es debido, eso sí, ahora, cada vez más, las cosas que compartimos acaban en una nube, así que tengo la seguridad de que acabarás leyendo estas líneas en cualquier momento que atravieses la adecuada, mientras continuas tu singladura por nuevas dimensiones siderales.

No seré yo quién piense que el ser humano se agota tras su paso por la tierra, este mundo físico y pequeño en el que comenzamos nuestra existencia y que entre unos y otros parece que estamos empeñados en liquidar. Tampoco me quedo con aquello del cielo, el infierno y el purgatorio de cuando éramos chicos. Prefiero pensar que las almas, entes, o llámalo como quieras, tras pasar por aquí, continúan su camino sin desvanecerse en la nada. Y tampoco tengo claro lo de que comencemos nuestra existencia aquí, o ya vengamos de algún otro lugar y este sea sólo un tiempo más en nuestra existencia.

Y eso es lo que me lleva a esbozar una sonrisa al recordarte. Tú tiempo aquí acabó y eso nos dejó un tanto descolocados a los que te queremos, pero a tú manera sigues con nosotros, en nuestro día a día, en nuestras conversaciones, en nuestras casas. Porque eres nuestra y seguirás siéndolo, y nos verás hacernos mayores y verás crecer la familia y también nos verás desfilar hacia confines desconocidos cuando nos vaya tocando. Y mientras tanto, tu sonrisa, siempre joven, permanece en nuestra memoria y nuestro recuerdo.

Acaba de empezar un nuevo año, lleno de incógnitas y desafíos. Cada cual con nuestros pequeños o grandes proyectos y objetivos; con el zurrón lleno de buenos propósitos de incierto resultado, pero que intentaremos cumplir, y aunque te seguiremos echando de menos, yo, al menos, lo haré con esa sonrisa que decía antes, porque tú no te mereces otra cosa.

Hasta la próxima sobri, un besazo "soplao" muy fuerte, que te llegue allá donde estás, de tu tío y amigo, Fernando.  

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