martes, 11 de marzo de 2025

El Pastillero

Hace muchos años que aprendo trucos y recetas con Arguiñano cuando me pilla en la cocina haciendo la comida. Por cierto, hace unos días aprendí a trocear setas a mano en tiras y salen fenomenal, tenéis que probarlo. A lo que iba, que me disperso; despues de Arguiñano llega la Ruleta de la Suerte, que lleva en emisión tanto o más que Arguiñano y ahí, entre panel y panel suele haber uno que se llama: "Un día eres joven y al otro..." 

...te encuentras rellenando un pastillero los domingos por la noche"... Eso, exactamente eso se me vino a la cabeza cuando el presentador anunció el panel con una sonrisa de oreja a oreja entre el aplauso del público. No es ninguna tragedia, es la constatación de una realidad, !Y dando gracias, oiga! Porque eso significa que ahí seguimos, manteniendo lo mejor posible nuestra calidad de vida, aunque sea a costa de un número cada vez más numeroso de píldoras.


En 2010 ya estaba yo con estos trajines, como se puede leer en este post: Una Píldora, aunque por entonces mis afanes iban por otros derroteros, que 15 años después se han hecho realidad a medias, pues aunque aún no puedes ir a la farmacia a por una sola píldora en la que se incluya toda la medicación diaria, o semanal o la que quepa, sí que es verdad que ahora, creo que previo pago, te individualizan la medicación en la medida de lo posible.

Me gusta el término píldora, que lo usaba mucho mi buen amigo Emilio cuando echaba cuentas de las que se tomaba, porque siempre me trae a la memoria la canción de Mary Poppins en la que les dice a los niños: "Con un poco de azucar esa píldora que os dan, la píldora que os dan, pasará mejor", y me retrotrae a mi tierna infancia con Peter Pan, Mary Poppins, Chitty Chitty Bang Bang, o el Libro de la Selva, y se hace mucho más llevadero el pastilleo diario.

Así pues, no es para tomar a tragedia el asunto, ya que este implica varios factores que refuerzan la actividad mental, a saber: comprar un pastillero, que sea adecuado a tus necesidades (no es lo mismo si tomas píldoras por la mañana y por la noche, a si también lo haces al mediodía), tener al día la receta (electrónica, o la que sea), surtirte adecuadamente de material en la farmacia, desplegar dicho material sobre la mesa (de la cocina, o de donde mejor te parezca), extraer las píldoras de los blisteres en la cantidad necesaria, y pasar al relleno metódico de los compartimentos correspondientes del susodicho pastillero hasta completar el alijo semanal. 

Una cosa más: recién terminas (que dirían nuestros compadres latinoamericanos), tienes que comenzar de nuevo, porque la semana se ha pasado volando.