Elena Valenciano Martínez-Orozco |
Miguel Arias Cañete |
Mira que me estaba mordiendo la lengua, pero cuando no puede ser, no es, y a fuerza de verlos colgados de las farolas (De buenas maneras, claro) Se me ha hinchado la vena histriónica y no he podido contenerme.
¿Es que los asesores de imagen de los grandes partidos, por ceñirme solo a los susodichos, no tiene dos dedos de frente? ¿Como es posible que la Sra. Valenciano, con sus 54 años bien llevados, se nos asome a los carteles como si fuera una veinteañera? Si los que estamos viéndola todos los días en los telediarios nos sabemos su cara como si fuera de la familia. Está bien eso del Photoshop para disimular alguna arruguilla o blanquearse un poco los dientes, pero de ahí a que te deje más radiante que la Reina de los Mares, van unas millas náuticas.
Y hablando de mares, ¿Qué decir del macizo Poseidón emergiendo de las profundidades azules del proceloso océano pepero? Que está bien la idea, por la serenidad y seriedad que transmite, pero ¿no se han fijado en que solo le falta el gorrito rojo ladeado hacia adelante para ser la viva imagen de Papá Pitufo, tan azulón él? No dudo que sus nietos estarán encantados, pero no se que dirán por Europa si se presenta de semejante guisa.
Ándense con cuidado la una y el otro, que detrás de cualquier esquina pueden toparse con un espejo o con el Mago Gargamel y llevarse un susto morrocotudo. Yo estoy esperando que los descuelguen para llevarme uno de cada para mi casa.
Todas estas fotos circulan por la red, para el mayor disfrute del personal.
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