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Canfranero |
Con la idea de conservarlos como un museo al aire libre, fueron llegando a Canfranc al principio de la década de los noventa,
multitud de coches y vagones de todo tipo y época.
Algunos son propiedad de la Fundación
de los Ferrocarriles Españoles y otros de la Asociación Zaragozana de
Amigos del Ferrocarril y Tranvías.
Desde entonces están en la
vieja estación debido a la falta de espacio en las instalaciones que la AZAFT tiene
en Zaragoza.
Por todo el recinto hay
material rodante desperdigado y la naturaleza, la climatología y el tiempo,
pero sobre todo los vándalos, han ido acabando poco a poco con él.
Hay coches de viajeros… de
mercancías y Correos… vagones especiales de RENFE… y un vagón grúa
de gran tonelaje.
Parte del material se trató de
poner a buen recaudo en los muelles cubiertos de trasbordo de pequeña
velocidad, pero sólo una de las vías es practicable porque la
otra es de ancho internacional. Aún así tampoco se han librado de
desalmados y grafiteros, y si bien están algo mejor que los que hay en el
exterior, su aspecto es igualmente lamentable.
Hacer equilibrios dentro de estos vestigios esqueléticos para contemplar su interior o realizar una instantánea, resulta casi un ejercicio de funambulismo no exento de riesgo, pues los suelos son prácticamente inexistentes y lo poco que queda de ellos se desmorona con mirarlo. Ciertamente es triste constatar la poca cultura que tenemos para proteger y poner en valor mucho de nuestro legado histórico.
Fuente: Esperandoaltren.blogspot.com.es
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