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Para visitar |
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Para hornear |
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Para guardar y colgar |
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Para trabajar |
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Para comer |
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Para moler |
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Para entrar |
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Para reparar |
No se debe entrar en ningún sitio particular al que no hayas sido invitado. Regla universal que no requiere de mayor explicación. Si el lugar está abandonado, semiderruido y un poco dejado de la mano de Dios, tampoco se debe entrar. Aunque si se te ha escapado el animal de compañía (de dos o cuatro patas) y pretendes recuperarlo, por ahí podría haber algún resquicio a la regla. Y si no tienes más excusa para hacerlo que la innata curiosidad, pues entonces entra con cuidado, mirando donde pisas, al techo por si se derrumba, echa un vistazo rápido, satisface tu curiosidad y sal haciéndote el loco.
Interesante e innovadora (al menos para este lector) propuesta sobre cómo vulnerar reglas universales con la ayuda de animales de compañía, se agradece la sugerencia y seguiré tus sabios y prudentes consejos sobre cuidados al pisar sobre suelos con escombros y caminar bajo techos de dudosa estabilidad. No te prometo, en cambio, que el vistazo sea rápido, la curiosidad, además de innata, estará omnipresente durante todo el recorrido por el cortijo. Y aunque finalmente salga haciéndome el loco (como bien sabes, hacerlo no me costará ningún esfuerzo), no se me olvidará recoger a ese encantador animal de compañía que me ha permitido disfrutar de la vista al cortijo sin haber sido invitado.
ResponderEliminarPosdata: A tu disposición para acudir al cortijo en busca de todos aquellos animales que hayan podido quedarse en el cortijo ante la veloz y loca carrera en retirada de algún que otro distraído visitante.
Me ha encantado tu comentario. ¡Genial!
ResponderEliminarMagistral,hermano
ResponderEliminarLucida exposición literaria construida con imágenes brillantes.
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