domingo, 28 de abril de 2013

Las Rebajas del Cortinglés. 2ª Parte

Oferta

Estaba cantado. Ya me avisó el trajeado jefe de la cosa cuando me dijo que habían publicado la rectificación en un  periódico de tirada nacional y que con eso habían cumplido y quedaban liberados de venderme el televisor al precio que marcaba el folleto.

Ya he recibido la notificación de la Oficina de Consumo en la cual me comunican que tras realizar las gestiones oportunas, no han conseguido que el reclamado acepte mi petición por lo que se me informa de la posibilidad de acudir a los Tribunales de Justicia en amparo de mis derechos, en especial (como es el caso) si se trata de una reclamación por una cantidad inferior a 2.000 euros, podré instar un juicio verbal sin necesidad de abogado y procurador ante el Juzgado correspondiente, una vez cumplimentados los impresos que en él me faciliten.

El Cortinglés, por su parte, contesta reconociendo el error en el folleto y la publicación de la rectificación en el diario El Mundo (acompaña fotocopia sin fecha de publicación), argumenta que la publicación y rectificación de la errata elimina cualquier duda sobre el precio correcto del artículo y concluye rechazando la reclamación.

Ni mención al asuntillo de la publicidad vinculante.

¿Y ahora, qué?

A mi favor:

1º.- La Ley General para la defensa de los consumidores y usuarios.
2º.- Que el folleto iba encartado en el diario La Verdad y que fui a comprar el televisor el mismo día por la tarde.
3º.- Que en la exposición de la tienda, el televisor estaba con un precio distinto al del folleto y sin asomo de rectificación o aviso de error por los alrededores.
4º.- Que era materialmente imposible que yo conociera dicha rectificación y por tanto pudiera entenderse que actué de mala fe a sabiendas del error e intentando lucrarme injustamente, porque ¿Cuantas veces en los folletos se coloca un producto a un precio estupendo como gancho para atraer compradores, y más en este, que era el de Navidad? 

En mi contra:

1º.- El Cortiglés, claro.
2º.-  La publicación en un periódico de tirada nacional de la rectificación del precio del televisor (aunque fuera a posteriori de mi intento de compra)
3º.- La posible interpretación positiva del Juez acerca de la existencia de intento de lucro injusto.
4º.- La concurrencia de ambas circunstancias para denegar la pretensión.

Expuesto el asunto, ahora toca decidir si seguir adelante y ver que pasa o pensar que la tele tampoco era tan buena ni el precio tan ventajoso.

Se admiten ideas, sugerencias o consejos.

1 comentario: